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TRES DE LOS SIETE RÍOS DE CALI AGONIZAN POR FALTE DE OXÍGENO

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Fuente: ElPaís.com.co

A su paso por Cali, la calidad de las aguas de los ríos Meléndez, Cañaveralejo y Cali pasa de ser buena a mala.
Así lo muestra el informe de Calidad de Vida de Cali Cómo Vamos del 2015, tras datos suministrados por el Dagma, en el  que se mide el Índice de Calidad de Agua, ICA.
Dicho indicador muestra, por ejemplo, que el río Cali entra a la ciudad con una medición de calidad de 0,88, pero cuando abandona este territorio la cifra baja a 0,49. El Cañaveralejo también muestra un gran descenso, al pasar de 0,74 a 0,30.
En contraste, el río Pance conserva una calidad de agua excelente, pues su indicador asegura que toca la ciudad con un nivel de 0,94 y cuando deja a Cali está en 0,91.
“Los  bajos índices de calidad en el agua de algunos ríos son  un tema que preocupa y sobre el  cual se deben tomar medidas”, explicó Marvin Mendoza, coordinador del programa Cali Cómo Vamos, que presentó ayer el informe completo en la Cámara de Comercio de Cali. 
El ambientalista Hildebrando Vélez  explicó que lo que pasa con los ríos a su paso por la ciudad se produce “por el ocupamiento de  invasores  en las zonas de las laderas, lo que genera una gran cantidad de basuras hacia los afluentes”.
Vélez también manifestó que la minería ilegal en algunos puntos de los Farallones contribuye en gran medida al deterioro de la calidad de las aguas.
De otro lado, el informe de Cali Cómo Vamos mostró que mientras en el 2014 de las ocho estaciones de medición de calidad del aire que hay en la ciudad, siete presentaron niveles “buenos”, en el 2015 solo cinco alcanzaron esta categoría (más una de carácter transitorio que no aparece reportada en el 2014).
Las estaciones donde se pasó de calidad del aire buena a moderada fueron Compartir y Univalle. En el caso de la estación que toma la medición en la Base Aérea (nororiente de Cali), la situación se mantuvo en moderada.  
“La gran cantidad de vehículos y el crecimiento de fábricas que no controlan de manera oportuna su emisión de gases generan en la ciudad grandes nubes de humo, lo que a la  larga deteriora el aire que respiramos los caleños. Hay que mirar hacia los Farallones y volver a considerar esta zona como un ecosistema importante para el mantenimiento de la vida sana en esta ciudad”, acotó Vélez.
De acuerdo con el informe, son los automóviles los principales generadores de gases efecto invernadero (39 %), seguidos de los camiones y buses.
(25 %). En ese mismo sentido, se revela el notorio crecimiento del parque automotor en la ciudad.
Se indica, por ejemplo, que en el 2014 por  cada 100 mil habitantes  había 81 motos y en el 2015 esa cifra aumentó a 87. En cuanto a carros, se pasó de 212 (2014) a 222 (2015) vehículos por cada cien mil habitantes.
En el año 2014 en Cali circulaban 424.626 vehículos y en el 2015, 459.053 lo que significa un aumento del 8,1 %. Las motos también aumentaron su flota en 8,3 % comparando los dos años. El  transporte público  creció 1,5 % y los taxis en 3,3%.

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