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Veeduria Disfrazando la Desigualdad


Existe el propósito del gobierno de turno de mostrar ante propios y
extraños, que la desigualdad social en nuestro país se ha reducido
porcentualmente en la medida en que ha disminuido la pobreza y la miseria a
nivel de las grandes ciudades, no obstante que ocupamos el deshonroso tercer
lugar en materia de desigualdad social en toda la región.

La revelación presentada por el DANE en el sentido de que han bajado los
índices en materia de pobreza y desigualdad social, obedece en buena parte
al cambio de metodología utilizada por dicho organismo para medir los
índices de pobreza y desigualdad existentes en el país, en función de las
políticas asistencialistas del gobierno del presidente Santos con miras a
contrarrestar las encuestas de opinión desfavorables promovidas por la
oposición en contra de su reelección presidencial.

Para tal efecto se aduce como prueba de la “disminución de la desigualdad”
el incremento de los ingresos familiares integrados por cuatro personas en
$809.332 pesos mensuales promedio, es decir de $200.000 pesos mensuales por
cabeza y según se trate de poblaciones que viven en las ciudades o en el
campo en donde el ingreso es mucho menor.

Como puede observarse ésta circunstancia no modifica la condición de pobreza
y miseria de las gentes, agravada por la violencia y el desplazamiento de
los campesinos que solo cuentan con ingresos familiares por debajo de los
$364.228 pesos mensuales promedio para su subsistencia.

El hecho real es que mientras subsista la desigualdad patrimonial, política
y cultural en el seno de las diferentes clases y grupos sociales, el
principio de que todos somos iguales ante la ley refrendado en la
Constitución, no deja de ser más que un canto a la bandera frente a un
Estado que no expresa por igual los intereses de todos los Colombianos.

Y por tanto la alternativa de solución para los problemas que generan la
pobreza y la desigualdad social no depende de obtener mayores ingresos y
dádivas del Estado, si no de cambiar las condiciones en que viven los
colombianos, ligadas a la explotación económica del trabajo, la
discriminación social y de género y la exclusión política y cultural de los
ciudadanos, que por cuenta de estas circunstancias se reproduce su situación
de desigualdad disfrazada en este caso con la presentación de estadísticas y
promesas que los gobernantes de nuestro tiempo incumplen sistemáticamente en
tanto crece y se agiganta la pobreza y la desigualdad social.

LUZ BETTY JIMENEZ DE BORRERO PABLO A. BORRERO V.

PRESIDENTA VEEDURIA VEEDOR CIUDADANO

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