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Bancos españoles dejan atrás crisis inmobiliaria

Tras un año negro y una ayuda de urgencia a la zona euro para el conjunto de su sector bancario, este muestra una perspectiva positiva para 2013.

Los bancos españoles aseguran estar listos para repuntar en 2013, tras un año de sacrificar beneficios en aras de sus provisiones para cubrir sus riesgos ligados al sector inmobiliario.

Las grandes entidades como Santander, BBVA y CaixaBank tendrán, no obstante, que seguir afrontando una situación difícil en España, donde la recesión y el desempleo masivo persistirán durante buena parte del año.

En 2012, los seis principales bancos españoles vieron como su beneficio acumulado cayó un 82% hasta los 1.860 millones de euros. El Banco Popular ha pagado el precio más alto, registrando por primera vez en su historia unas pérdidas de 2.460 millones de euros.

Pero sus competidores también han visto mermar sus beneficios: entre -31% para el pequeño Bankinter, poco expuesto al sector inmobiliario, y -78% para CaixaBank, lastrado por la compra de Banca Cívica.

Santander, el primer banco de la zona euro por capitalización, tampoco ha salido indemne con un resultado neto que se ha reducido en un 59%. El grupo ha logrado no obstante limitar los daños gracias a su diversificación geográfica, ya que Santander, al igual que el BBVA, obtiene alrededor de la mitad de sus beneficios en Latinoamérica.

En total, los grandes bancos del país han provisionado cerca de 51.000 millones de euros en 2012, para cubrir sus riesgos por créditos impagados y los relacionados con suexposición al sector inmobiliario español.

El estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 ha inflado la tasa de morosidad en el balance de algunos bancos, alimentando las dudas sobre su solidez. A finales de noviembre, esta tasa alcanzaba una media del 11,38%, según el Banco de España.

Las autoridades españolas han impuesto a los bancos limpiar de una vez por todas su balance, aumentando el monto de provisiones exigidas para hacer frente a pérdidas potenciales en su cartera de activos.

Una buena parte de las provisiones realizadas por los seis grandes bancos españoles en 2012 – alrededor de 20.000 millones de euros – responde a nuevas exigencias reglamentarias.

Un trabajo que les permite afirmar que ya han hecho el esfuerzo principal de saneamiento. Santander subraya así que no le quedan más que 800 millones de euros de elementos excepcionales por contabilizar en 2013, después que el gigante bancario hubiera provisionado 18.800 millones de euros en 2012.

Por su parte, CaixaBank debería apartar unos 902 millones de euros este año. Con el fin de asegurar su solvencia, los seis bancos españoles cotizados en el Ibex-35 también reforzaron sus ratios de capital.

Santander aumentó su ratio de fondos propios duros en 0,3 puntos porcentuales al 10,33%, mientras que BBVA lo mejoró en 0,5 puntos, hasta el 10,8%. En la primavera pasada, la petición de rescate de Bankia había llevado a España a pedir una ayuda de urgencia a la zona euro para el conjunto de su sector bancario.

En aquel momento, se realizó un auditoría para evaluar las necesidades de capital de los bancos españoles. Según esta auditoría, los seis bancos españoles no necesitaban aumentar sus ratios de capitales (Santander y BBVA), o podían hacerlo sin ayuda exterior.

Los bancos también subrayaron que su producto neto bancario ha seguido creciendo en 2012, viendo en ello un indicio de fortaleza de su núcleo de actividad y de su capacidad para repuntar en 2013.

Las perspectivas para 2013 son «muy positivas», consideró Francisco González, presidente del BBVA, durante la presentación de los resultados del grupo. Los fundamentales «muy sólidos» del banco le permitirán entrar en un «nuevo ciclo de crecimiento de beneficios», añadió.

Emilio Botín, el presidente de Santander, por su parte, pronosticó un «cambio de ciclo» en el sector financiero, gracias a la unión bancaria europea y las reformas llevadas a cabo en España.

La economía española debería seguir contrayéndose en 2013 (-0,5% según el gobierno, -1,5% según el FMI) y con un desempleo del 26,02% de la población activa, los analistas advierten que habrá que vigilar más que nunca la tasa de morosidad. Y es que, aunque los dirigentes de la banca elogian la «buena cultura de pago» que existe en España, ésta podría no ser tan buena si el deterioro de la actividad continúa.

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