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Colombia, entre los países que menos confía en partidos políticos

Es de los primeros del continente con más bajos índices de simpatía por esas colectividades.

Colombia está entre los primeros países de América que menos confianza les tienen a los partidos políticos, lo cual, aunque es algo que se ha mantenido a lo largo del tiempo, «se agudizó» en el último año.

En el noveno estudio Barómetro de las Américas, que será presentado este miércoles en la Universidad de los Andes, con el apoyo de EL TIEMPO,el país aparece con un promedio de confianza hacia los partidos políticos de 31 puntos, en una escala de 0 a 100, mientras que otros, como Venezuela o Nicaragua, tienen mayor respaldo a las colectividades.

«Los partidos han ocupado uno de los últimos lugares en la confianza de los colombianos a lo largo del tiempo, cuando se los compara con otras instituciones», precisa el documento.

El estudio, además, advierte que «el nivel de confianza partidaria, en el último año, es el más bajo registrado hasta ahora por el Barómetro de las Américas, desde el 2004».

El pico más alto se registró en el 2008, cuando la desconfianza en los partidos alcanzó 40,8 puntos. En el 2009, este puntaje se ubicó en 36,7, y siguió bajando hasta la caída del 2012, con 31,0.

A esto se le debe sumar que la simpatía por las colectividades en Colombia es de las más bajas de toda la región. Mientras que República Dominicana y Estados Unidos alcanzan porcentajes del 63,4% y 61,1%, respectivamente, en el país este ítem llega al 25,5%.

Esto indica que Colombia está entre los seis países con menor simpatía por los partidos, tan solo superado por Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Guatemala.

Esta situación la sienten las colectividades. ‘La U’ pasó de tener un porcentaje de simpatizantes en el 2010 del 42%, mientras que en el 2012 cayó al 27%.

Algo distinto pasa con el Partido Liberal. Mientras que en el 2010 tuvo un porcentaje de simpatizantes del 18,9%, el año pasado subió al 38,6%.

Otro dato que llama la atención es que Colombia aparece entre los países «más derechistas del continente (…) junto con Surinam, Jamaica y Paraguay. En el otro extremo (ideológico) se ubican Uruguay, Guatemala y Haití».

El estudio, titulado ‘Cultura política de la democracia en Colombia y en las Américas, 2012: hacia la igualdad de oportunidades’, se realizó con encuestas en hogares. En Colombia fueron consultadas 1.500 personas.

La investigación, que es apoyada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), midió también la percepción de corrupción, la inseguridad, sobre el conflicto y el postconflicto y la participación electoral.

Percepción de corrupción

 

En el 2012, Colombia se ubicó en el nada honroso primer lugar de los países de América con mayor percepción de corrupción, por encima de Trinidad y Tobago, Jamaica, Haití y Argentina, que en años anteriores la superaron.

El país aparece con un promedio de 82 puntos, en una escala de 0 a 100. Mientras que Trinidad y Tobago alcanzó 80,9 y Argentina, 79,7. Lo preocupante, de acuerdo con el informe, es que la percepción de corrupción crece ininterrumpidamente en los últimos cuatro años (desde el 2008).

Una de las explicaciones que da Juan Carlos Rodríguez, director del Observatorio de la Democracia de los Andes y autor del informe, es que la percepción de corrupción pudo aumentar como consecuencia de los escándalos que se han destapado y que han puesto el tema en la agenda de los colombianos.

El informe de los Andes también refleja los preocupantes niveles de desigualdad que hay en el país, en cuanto a acceso a la educación y entre lo rural y urbano.

La docente de la Universidad del Rosario María José Álvarez aseguró que las políticas públicas «no deben solo focalizarse» en superar la pobreza o en fomentar la clase media, sino «apuntar directamente a disminuir la desigualdad».

En conclusión -según los académicos-, este estudio es un campanazo de alerta para que en Colombia se comience a diseñar una estrategia efectiva para enfrentar la desigualdad y sus consecuencias.

Uno de cada cuatro encuestados perdió un familiar por conflicto

En el Barómetro de las Américas llama la atención el resultado frente al conflicto armado interno y el proceso de paz. Por ejemplo, en el informe se indica que son relevantes los niveles de aceptación de una solución negociada. Mientras que en el 2011 este porcentaje se ubicaba en el 54,6 por ciento, para el 2012 -año en el que se inició el proceso de diálogo entre el Gobierno y las Farc en La Habana- la aceptación aumento hasta el 57,8 por ciento. «El anuncio reciente de inicio de negociaciones entre el Gobierno y las Farc (…) constituye una luz, aunque tenue y reservada, de esperanza de salida al largo conflicto», precisa el estudio.

En cuanto al conflicto interno, el 25,8 por ciento de los encuestados reconoció haber perdido, a lo largo del tiempo, por lo menos un familiar como causa del conflicto. Esta misma medición se ubicó en un 24,6 por ciento, un año antes.

En materia de desplazamiento se registran unos resultados similares. El 20,3 por ciento aseguró que por lo menos un familiar suyo se ha tenido que desplazar como consecuencia del conflicto, mientras que en el 2011 ese porcentaje se ubicó en el 19,5 por ciento.

‘La gente está muy alerta’

 


Juan Carlos Rodríguez, 

Docente de los Andes y líder del informe.

 

¿Cómo debería leer el Gobierno estos resultados?

Dado que el estudio guarda tantos temas tan diversos, es difícil dar una recomendación única sobre sus resultados. Pero si nos atenemos al tema central, que es la desigualdad de oportunidades, nos llama la atención que la marginación de algunas poblaciones les impide o les dificulta el acceso a la educación, lo que a la larga redunda en unas actuaciones menos democráticas.

¿Por qué la percepción de corrupción tiene esos niveles?

Es apenas una medida. El resultado de que Colombia aparezca en el primer lugar de percepción de corrupción hay que leerlo con cuidado, porque eso se puede deber a que es un país en el que se han destapado actos de corrupción, lo que hace que la gente escuche hablar de esos hechos y eso puede incidir en los resultados. La gente está muy consciente y muy alerta.

¿A qué se debe que la percepción de inseguridad en el 2012 tiene un pico más alto que la del 2009?

Es difícil saber exactamente a qué se debe. La inseguridad que perciben los ciudadanos no necesariamente corresponde con la realidad objetiva. Por ejemplo, en Bogotá la percepción de inseguridad es muy alta, aunque los indicadores de homicidio han bajado.

Fuente: http://www.eltiempo.com/politica/estudio-sobre-confianza-de-partidos-politicos-y-percepcion-de-corrupcion_12605563-4

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