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Distrito Financiero

El presidente de Brasil llegó al Palacio de Planalto con un importante respaldo político, en el que se apoya para llevar adelante su programa económico.

Aspectos clave, como pensiones, reforma fiscal o el rol del Banco Central, podrían centrar las prioridades de Jair Bolsonaro. Pero tampoco faltarán privatizaciones, el establecimiento de nuevas relaciones comerciales y la revisión del papel asignado al Mercado Común del Sur (Mercosur).

Sin embargo, firmas como BBVA Research insisten en hablar de “dudas” sobre la capacidad del Gobierno de Bolsonaro de implementar reformas importantes en el país, como la de las pensiones. Si esta reforma no se aprueba, podría poner en riesgo “la recuperación gradual de la economía brasileña”, según apuntan.

Por ejemplo, la agencia de calificación crediticia Moody’s no cree que la reforma se apruebe antes del tercer trimestre. Mientras, el sector de servicios acumula cuatro años de caídas.

La Administración de Bolsonaro quiere convertirse en el principal aliado del presidente de EE.UU., Donald Trump, en Sudamérica y disminuir la influencia de China en el continente. Los analistas creen que seguirá el rumbo neoliberal del expresidente brasileño Michel Temer.