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¿Están desprotegidos los consumidores caleños? conozca cómo reclamar sus derechos

Enviar a reparación un celular recién comprado, sentirse engañado por la ‘letra menuda’ de una publicidad prometedora o intentar explicar a la operadora de un ‘call center’ que se ha quedado sin saldo habiendo pagado sus obligaciones, son algunas de las situaciones que enfrentan los caleños a diario al intentar defender sus derechos como consumidores.

En un sondeo realizado en la página de Facebook de El País, varios usuarios mostraron su inconformidad con la prestación irregular de servicios o la venta de productos defectuosos en establecimientos de la ciudad.

Wilfredo Franco, por ejemplo, relató su experiencia con un caso de publicidad engañosa en un conocido supermercado del sector La Luna.
“Tenían las toallas Scott Duramax anunciadas a $5500 la unidad. Cuando pagué, en la tirilla aparecía el precio que cobraron realmente: $7860”, cuenta el ciudadano.

Las cifras de violación a los derechos de los consumidores no son menores. Entre enero y junio de este año se han interpuesto 273 quejas por escrito ante la Oficina de Protección al Consumidor de la Alcaldía de Cali y la cifra aumenta si se tienen en cuenta las quince o veinte llamadas que recibe a diario este despacho con reclamos que no se radican formalmente. En el 2016, el saldo fue de 652 procesos de reclamación escritos y 3000 quejas telefónicas.

Las fallas en electrodomésticos (22,4 %), en celulares (20,8 %) y el incumplimiento de contratos en servicios como telefonía celular (11,7 %) son los asuntos más frecuentes en los reclamos de los caleños.
¿Por qué los proveedores de servicios o productos en la ciudad incurren de manera tan frecuente en irregularidades? ¿Son laxos los controles de las autoridades al respecto?

Para el abogado Fernando Flórez, presidente de la Fundación para la Defensa del Consumidor, los esfuerzos para proteger al ciudadano aún no son suficientes.

“Falta demasiada educación del consumidor. La Oficina de Protección al Consumidor está muy lejos de lograr todo lo que se podría hacer. Los horarios de atención son muy cortos y realmente sus posibilidades de sancionar son muy bajas”, dice Flórez, quien agrega que “los jueces de la ciudad no tienen conocimiento sobre el Estatuto del Consumidor, entonces los procesos no son los suficientemente ágiles”.

En respuesta, la funcionaria Fanny Ceballos, encargada de la Oficina de Protección al Consumidor, admite que la ley “tiene muchos vacíos” y no le da “suficientes dientes” a las Alcaldías para sancionar. “Nosotros solo podemos castigar hasta con 100 salarios mínimos, y en casos restringidos”, dice Ceballos, quien además critica que los recursos recaudados por sanciones no se queden en el Municipio sino que vayan a la Nación y a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC); por eso pide a esa entidad dar un “mayor respaldo” a la capital del Valle.

Al respecto, Daniel Orozco, director de la Red Nacional de Protección al Consumidor, de la SIC, resalta la labor de su despacho diciendo que los colombianos tienen “todas las garantías para hacer valer sus derechos”.
Sin embargo, admite que al no contar en Cali con una oficina permanente de esa entidad, los procesos suelen tardar en resolverse, en promedio, 180 días.

A pesar de las falencias que se pueden presentar en la atención de las autoridades, tanto la funcionaria Ceballos como el director Orozco concuerdan en que los consumidores no deben “echar en saco roto” la reclamación de sus derechos, pues son únicamente las denuncias las que les permiten tomar correctivos e intensificar sus esfuerzos.

Es necesario, dice María del Mar Astudillo, de la Liga Universitaria de Consumidores, que se abandone “la cultura de la pereza y el tedio por iniciar los procesos” y los ciudadanos se interesen por conocer los canales para interponer un reclamo (ver recuadro) o por acercarse a mecanismos como las ‘Conciliatones’ de la Oficina de Protección al Consumidor en Cali y la ‘Ruta del Consumidor’ de la SIC que recorre las ciudades.

Así se interpone una queja

La primera instancia para un reclamo es una carta dirigida al mismo establecimiento comercial o proveedor. Tienen quince días para responderle.

Para hacer un reclamo por garantía no necesita la factura del producto, los establecimientos deben guardar una copia. Tampoco necesita el empaque original de la tienda.

Si la respuesta no le satisface, debe acudir a la Oficina de Atención al Ciudadano de la Alcaldía, ubicada en el CAM. Allí enviarán el caso a la Oficina de Protección al Consumidor, donde intentarán mediar entre el proveedor y el ciudadano. El teléfono de este despacho es el 6530468.
Si no se resuelve la queja en este paso, la última instancia es enviar el reclamo a la Superintendencia de Industria y Comercio en Bogotá.

Por: Redacción de El País