• Escríbenos a nuestro Whatsapp: 316 764 20 88

La Gallina de Mi Mamá

Buena esa a los 5 Concejales de Cali.

 

 

Oiga mijo, me dijo mi mamá ayer, “¿Es cierto que unos muchachos que están en el Concejo, ya le plantaron cara al Alcalde y a esos otros concejales veteranos, que nos quieren seguir cobrando las famosas megaobras?”.

 

“Como me alegra que al fin esos muchachos saquen la cara por nosotros los caleños y no permitan que sigan metiéndonos goles y cobros de obras que o no se hacen, o quedan mal hechas, o terminan costando mucho más de lo que prometen”.

 

“Mijo, ¿Pero si será que a esos muchachos y a esa muchacha concejala, la tal Molina, que es como verraquita, si les paran bolas?. ¿ O será que ahora esos tiburones que llevan años en el Concejo, les hacen una encerrona, los anulan, los desautorizan?”.

 

“Ay mijo, si tan solo tuviera 20 años menos, yo si salía a gritar en la calle y a exigirles a esos señores que mandan, que dejen de ser tan sinvergüenzas y tan abusivos. ¿Cómo puede ser que nos cobran lo que no nos sirven? Vea mijo, tengo tanta rabia, vendí el apartamento y como le parece, yo me estaba resistiendo a pagar esas tales megaobras y no pude, me toco pagar para hacer la escritura. Me puse brava en la notaría, ¡pero ni así ¡, el notario muy tranquilo me dijo, señora pague o no puede firmar la escritura. Que rabia que me dió. Mejor dicho, siente uno que vive como de inquilino en su propia ciudad y que quienes mandan no saben sino sacarnos plata por todo y vea, la ciudad embellecida como hace uno con la casa cuando tiene una fiesta, escondiendo los corotos y los cachivaches en la pieza del fondo para que los invitados no vean lo feo. Así estamos aquí. Mucho cuento y las calles desbaratadas, mucho cuento y las obras inconclusas. Vea no más esa Simón Bolívar, tramos enteros cerrada y las congestiones son brutales y usted pasa a las 5 de la tarde y no ve a nadie trabajando y cómo así mijo, esa gente debería trabajar rápido, en jornada doble  y los fines de semana. Pero no, hay una total desconsideración con la gente. Pero como esos que mandan no viven por aquí y si pasan por estas vías es porque van en caravanas que parecen de fugitivos, con unas motos atrás y otras adelante. Miedosos es que son, porque saben que nos deben muchas.”

 

Esa fue la perorata de mi mamá en el almuerzo dominical. Y dijo algunas palabras de grueso calibre que no puedo repetir, pues estaba bravísima la vieja. Y pienso cuanta razón tienen ella y los que piensan como ella. Que hay un evidente abuso de autoridad no cabe duda. Que hay un descarado carrusel de contratistas y contratantes que pasan por encima de los intereses colectivos para salirse con las suyas es inocultable. Que inexplicablemente el Alcalde y la mayoría de Concejales insisten en seguir cobrándonos unas megaobras que se vendieron como indispensables, pero que solo fueron el montaje para hacer grandes negocios, es de bulto una realidad que a todos nos afecta.

 

¿Si tan solo pudieran explicarnos por qué ese afán en terminar a toda costa las tales obras?. ¿Por qué se niegan a explicarnos los sobrecostos?. ¿Por qué no explican quienes han sido los contratistas beneficiados?. ¿ Realmente les interesa la ciudad o solo sus negocios?.

 

Es inadmisible que hoy se preocupen tanto por el cemento y las obras físicas y no haya la misma preocupación por la salud, la educación, el empleo, la seguridad   y la vivienda en Cali.  No hay peor ciego que el no quiere ver. Solo un ejemplo es el silencio, por lo menos extraño, que los medios y las autoridades han guardado sobre los asesinatos selectivos que vienen ocurriendo en el oriente de la ciudad, concretamente en el barrio Antonio Nariño, en donde en los dos últimos meses han asesinado más de 6 muchachos en las esquinas.  ¿Quiénes los están matando? ¿Matones protegidos están ordenando estas masacres?

 

Así que es por lo menos esperanzadora la actitud de los Concejales Michel Maya, Jhon Jairo Hoyos, Roy Barreras, Juan Carlos Olaya y Patricia Molina, cuando públicamente expresan su desacuerdo con la pretensión de seguir adelante con las tales megaobras, endeudando la ciudad a futuro y dejando sin resolver asuntos sociales de vital importancia para la paz social y que no se están atendiendo. Estos son los representantes que necesitamos en Cali. Personas que piensen en el bienestar de la ciudad y que mantengan su independencia política para actuar frente a quienes deciden los temas de ciudad. Vaya un aplauso a su actitud y nuestro respeto por su gestión.

No Comments

Leave a Reply