• Escríbenos a nuestro Whatsapp: 316 764 20 88

“Ya no podía ser deportista con mis piernas, pero sí con mis manos”

El vallecaucano Francisco Sanclemente de 28 años llegó a la meta de la media Maratón de Miami, el pasado 29 de enero, con un tiempo de 1 hora 26 minutos y 3 segundos, venciendo a más de cien deportistas en la categoría Push Rim, en la que compiten atletas en silla de ruedas.

Su historia se remonta a hace diez años, cuando una inflamación en la médula espinal lo obligó a usar una silla de ruedas por el resto de su vida. A los 18 años, cuando recibió la noticia, su sueño estaba en el fútbol, deporte que había practicado hasta ese momento, jugando en distintas categorías.

Francisco recuerda que al principio no quería salir de su casa. Su mamá lo ponía a hacer mandados, pero él no quería que lo vieran. “Recuerdo el día que salí de mi casa por primera vez, mi mamá me mandó por 100 pesos de cilantro, me tocó ir y fue en esa salida que pude reencontrarme con amigos y empezar a cambiar la forma en que percibía todo”.

Terminó su bachillerato, estudió administración de empresas, y cuatro años después de estar en la silla de ruedas volvió al deporte gracias a un anuncio que vio de la media maratón de Bogotá. Esa fue su primera carrera. Se quejó, quedó de último, le dolió todo, pero la terminó y vi a mucha gente en su misma situación, lo cual le sirvió de inspiración. Hasta hoy, ha terminado 16 maratones completas y 98 carreras de atletismo.

En el exterior compite contra 100 a 140 atletas, mientras que en Colombia se enfrenta a un promedio entre 10 y 20, muchos de ellos militares. El ejército los apoya y el nivel competitivo es muy alto. “En Colombia hay un crecimiento en el tema de inclusión, pero no es proporcional a la necesidad del país”, dice Sanclemente.

Su entrenamiento es de seis horas diarias y varía entre la silla de atletismo, el gimnasio y la natación. Gracias a ese esfuerzo, el año pasado ganó la maratón de Buenos Aires. Aunque como dice él “hay días buenos y días malos, una vez quedé de cuarto en una maratón en Cali, eran siete y dos se pincharon, pero quedé de cuarto, de todo se aprende”.

Hoy, el trabajo de Francisco no está únicamente en el deporte, su búsqueda por patrocinadores como Argos, EPM y Hotel Sheraton, lograron que se convirtiera en conferencista, llegando a países como México, Salvador y Argentina. “De la manera como vemos las cosas es que nacen nuestros miedos y aventuras, todos tenemos limitaciones, pero está en nosotros transformarlas en algo bueno porque no intentarlo sería más cómodo, pero no es lo mejor” asegura Sanclemente.

Fuente: Semana